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Dieciséis años han pasado,
Querida abuela Manuela
Y aún no te he olvidado,
Manuela, querida abuela.

Tantos recuerdos yo tengo
De mi infancia junto a ti,
Tantos recuerdos yo tengo
Que casi la cuenta perdí.

Recuerdas cuando tejías
Y yo en tu coral jugaba;
Recuerdas cuando cosías
Y yo en el corral lloraba.

Recuerdas en el portal
Cuando en las tardes bordabas;
Recuerdas que en el rosal
Una niña te cantaba.

En tu regazo dormía
Cuando la noche llegaba
En busca de compañía
Que otro tal vez negaba.

Fuiste tú quien pusiste
En mis venas la armonía
Y fuiste tú quien me diste
Puro amor todo el día.

Tú me enseñaste a amar
Por primera vez en la vida;
Tú me enseñaste a tomar
Café negro como bebida.

El día que de La Gloria te fuiste
A vivir a otro lugar
Ese día sin querer rompiste
Todo mi bienestar.

Espero no recuerdes,
La vez que algo negué,
Espero no recuerdes
Las lozas que no fregué.

Hoy que tan lejos estoy
Y no puedo alcanzar tu tumba,
Hoy paloma soy,
Y el corazón me retumba.

¡Ojalá pudiera enviarte
Una rosa o un coral!
¡Ojalá pudieras sentarte
Con la niña en el portal!

[ 9 de julio, 1992 ]

© 2002 Magnolia Pérez Garrido

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