Poesía Inicio


Han comenzado las lluvias y los vientos
soplados desde el Africa despeinan las
hojas de los árboles a orillas de la Sena.

Frida, el gato negro de CAMAC, ronronea
a mis pies y pienso que en otro tiempo
y lugar esto podría ser una señal de
mala suerte, pero aquí es el espíritu
de una artista y mi mano sobre su lomo
no es más que un estimulo a su re-creación.

Son cerca de las diez de la mañana y
tengo un sueño: son las cuatro de la
madrugada en Chile y despierto en un
lugar que no conozco y que intento
descubrir, duermo y despierto al sueño
a once mil kilómetros de distancia del
corazón y afuera la lluvia cae y las
campanas de la iglesia de Marnay nos
dan las diez.


© 2004 Leo Lobos

A ONCE MIL KILÓMETROS DE DISTANCIA
LEO LOBOS

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