Constante plenitud de oxígeno andrógino

preferible trascripción de embellecidas nasales

frutal el nostálgico pijama de metalurgia e industria

encierro el diafragma y cortejo

cortesmente

la figura de mi flor de sueños mil pasión sin gafas

de señuelo

virtudes de infantes personificados

la pueril de esencia dormida

tras languidecer aquellos silencios-pétalos

como Fé de luz

riqueza soleada

labriega danza coreografiada

de andares de conejos, pájaros y jirafas

de cientos de animales

docenas de almas

y miradas lejanas

como harta de cenar espabilada, oh viento su estrofa es

meses de locura más una cordura de piés

como ánforas, jarras al despertar verazmente

la conjugación del planeta

prisma virtual de extraños dejares...

Comerciar con la muerte del karma de la reencarnación

con el miedo del destino

la fulgurante

escogida

apocalíptica historia de historias

canciones como litros de argots

y colecciones veladas de amapolas sacras

en gotas mías dadas

por una merced triste

de pura melancolía o "spleen"

alérgica

la mujer al dado, oh mi ajedrez!

He pensado,

he clavado mi energía en lo más trivial de lo hondo

de mi pesar castigado

un silbido que no cesa de holgazanear

y brava sin coraje se acurruca el verdor

de mi infancia

la triste corona de una virtud desnuda

coloreada sin par

pero gemela es la temporal alegoría de

manos en Fa

de torres

de imanes

de vueltas y retornos de misterios y rituales de colores como rayos en racimo

como frondas sin más que una arboleda merecida

la Astrología de Dadá.

Pero es que me amo sin ser un tulipán

ni un patito Narciso

ni un paisaje perfecto

porque el Sol me enorgullece

como yo obedezco al corazón

como yo gimo

tras una búsqueda

y el tesoro es el personaje de mi novela

arte simulado de barrer figuras

pensamientos de sentimientos

y emoción humana.

Más tarde sale y surge

el inquieto dador

el reparador de chistes

el ingenio de Rey disfrazado

y vuelca su imagen conquistar

Precioso mantra no creer

preciada la tinta de mi amor

que no vuela

porque es simplemente

el magnetismo.


© 2004 Eva Barberá del Rosal

SILENCIO
EVA BARBERÁ DEL ROSAL
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