Si hoy estuvieras conmigo
en este rincón de Santiago
con la mirada libre
de esa sangre puntiaguda
de los días encadenados
de lo normal
compartiendo esta media luz
precisamente mediana
y este queque de plátano
leería mi porción de verso
en tus ojos
y con los míos te diría
que este momento
te pertenece y es tuyo...

... si hoy estuvieras conmigo
en este banco deshabitado
en la Plaza Mulato Gil de Castro
con la librería cerrada
y los cafés en espera
y el museo al lado
silente como un ladrillo
su jardín de arena peinada...

... con la brisa vacía y melódica
esculpiríamos un país entero
los dos un país migratorio interno
con próspero intercambio
de testimonios y de espíritu...

un día me regalaban ensueño
y al día siguiente antorchas
un día me llamaban prójimo
y otro día me volví lejos
todo se perdió en el diálogo
de una lejanía contra otra
el intento inútil pero necesario
de cultivar proteger bendecir
aquello que no iba a venir
es como si nos pusiéramos de acuerdo
en el reto de una eternidad
aplastada por la evidencia
una fe malabarista que también
viajaría en avión
y que tomaría copas
en una noche fecunda
que no llegó a emitir
ni voz ni calentura
un día me regalaban besos
que extrañamente no han terminado de nacer
que han sabido trasladarse
mudarse de idioma y de hora
ir de contrabanda y seguir
su geometría precisa
para estar como siempre
en lo hondo y en la superficie
en la luz y en la sombra
en lo perdido y en lo porvenir...