La seducción de la pasajera
comienza en noches recién nacidas
que se acurrucan en el sonido
de hormigas centinelas
en medio del viento.

La seducción
tiene diferentes fases:
extiende la pierna
con dirección hacia la pared vecina
la otra pierna le sigue
con los huesos que se desnudan de ocio.

La seducción continúa

dobla las rodillas y deja que el equilibrio
se distribuya en los dos lados del cuerpo
mientras la médula transita libremente
sin ninguna restricción.

Extiende los brazos
para abrazar el deseo sofocado
de los dioses.

Etapa final

indiferencia guerrera.

© 2003 Ivón Gordon Vailakis

 

LA SEDUCCIÓN DE LA PASAJERA
IVÓN GORDON VAILAKIS
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